viernes, 30 de noviembre de 2007

Permíteme disfrutar

de tú exquisita sonrisa,

caricia de un ángel

que suspira a viva voz

esquivando la eternidad

enajenado en tu presencia,



si tan solo supieras

que se vuelve inhumano

tenerte tan cerca

y no permitirme sentir

cada poro de tu piel,



si solamente intuyeras

que únicamente preciso

zambullirme en tu aroma

y disfrutarte extasiado

hasta ahogarme sereno,



si tal vez te dijera

que quiero suplicarle

al mezquino tiempo

que desvíe su mirar

cuando siento tu cercanía

y poder colocar suavemente

mis manos a tu alrededor

y extinguir un instante

esa distancia inhumana

que me esta congelando

al no sentir tu calor

calcinando mis poros

al fuego de tu existencia

lunes, 19 de noviembre de 2007

Necesito desatar

ese nudo que oprime

los deseos recurrentes

de amarte hasta el dolor,

me es urgente liberar

la verdad perpetua

que tortuosa encarcelo

en mi convaleciente corazón,


dejar correr el sentimiento

por los valles de tu piel

pues se me urge apaciguar

esas ganas de sentirte;

de estremecer todo mi ser

al contagiarme de tu voz,

se me acaban las excusas

que asesinan el anhelo

de tenerte junto a mi,

se me agotan los argumentos

que pretenden convencerme

que no eres para mi;



se me ha vuelto obligatorio

mutilar este amor sincero

para abstenerlo silencioso

de crecer sin control,

-suplicándome emerger-

pero es más poderoso

el temor que tu silencio

termine por destrozar

tu delicada presencia

que sin permiso alguno

deambula en mi interior

viernes, 16 de noviembre de 2007

Cómo poder decirle

al mezquino universo

que son tus labios;

los que ansío devorar

hasta saciarme de tu bruma,

si la lógica testaruda

me acribilla sin piedad,


que son tus ojos

-estrellas primigenias-

en los que me pierdo

cada vez que impetuoso

tu delicado mirar me aniquila;

si la realidad infalible

me rescata de mi confusión,


que es tu piel dorada

la que muero por rozar;

acariciarte lentamente

y llevarte al desvarío

del calcitrante deseo

empapado en el reboso

de la pasión subliminal,

si la negación determina

que no es lo adecuado

que no es el momento

que no es lo indicado,


como poder contarle

que es a ti a quien adoraría

en la inmensidad inocente

de la sublime eternidad,

si el temor tirita perplejo

intuyendo tu decisión

asesinando implacable

las adolescentes ansias

de llevarnos vertiginoso

a la gloria perpetua

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un silencio ...

ensordecedora abstracción

del espíritu inquieto

que no permite escuchar

el discurso de los demás sentidos

más allá del planeta silente,



canastilla de luz

-destello astral-

que navega imbatible

por el universo de los sueños;

demandando encontrarse

con la dama de velo púrpura

que todos llaman eternidad,




para contemplar juntos

la sinfonía del tiempo,

senil susurro del sigilo

que nos habla cálido

al oído vegetativo

desafiando los deseos

del espíritu salvaje