Quiero compartir un silencio
-una eternidad-
atrapado entre el nunca y el después;
la quietud de una espera,
y todo cabe en un verso
-sosteniendo mi alma quebrada-
en un puñado de lamentos
sobre el limo blanco
de una fría hoja;
mil asaltos literarios
robando líneas azules,
ultrajando armonías,
un breve texto
extraviado en el laberinto
-sombras vagas-
mariposa de oscuras alas,
de gestos vanos y gastados,
de entrañas tibias y estériles;
mujer de senos peregrinos,
palabras transparentes
y mil moradas del miedo,
y todo cabe en un verso.