El amor es el eterno,
más que el inmortal,
suave brisa mañanera
que en tu aroma
de flores silvestres
va llevando inconformidad
al susurro del viento,
acariciando tantos secretos,
llevando y trayendo emociones;
te enreda en su laberinto
de fuego y confusión,
en la constelación de lo insaciable
una lluvia de lo súbito,
como hojas de un otoño interior
en clamor de renacer.
1 comentario:
Me gusta esa idea del amor como juguete del viento.
Hermosas líneas, como recostarse sobre hojas secas, escuchar y sentir (al menos así lo sentí, aunque siempre entiendo todo al revés).
Está bakán
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