Porque el morir….
es aferrarse desnudo al amanecer,
sentir el viento en el cuerpo
y querer atrapar el crepúsculo entre las manos.
es eximir el aliento de la eterna pleamar,
para que su asiduo peso
libere sus exánimes ataduras
- y pueda elevarse-
expandiendo lo etéreo hacia Dios.
Porque asumir el silencio….
es beber del mar de la afonía
y poder cantar a gritos;
con la inercia del desaliento.