jueves, 30 de agosto de 2012

Porque el morir….

es aferrarse desnudo al amanecer,

sentir el viento en el cuerpo

y querer atrapar el crepúsculo entre las manos.



Porque el privarse de respirar....

es eximir el aliento de la eterna pleamar,

para que su asiduo peso

libere sus exánimes ataduras

- y pueda elevarse-

expandiendo lo etéreo hacia Dios.


Porque asumir el silencio….

es beber del mar de la afonía

y poder cantar a gritos;

con la inercia del desaliento.